Con años de experiencia en el tatuaje, hemos escuchado a menudo el mito de que solo con una máquina de bobinas y aguja de varilla se puede conseguir la línea perfecta. En Proline, nos propusimos desafiar esa creencia diseñando el cartucho Proline Black Mamba ideal incluso para los más escépticos que se aferran a la tradición y no sueltan la varilla. Los cartuchos Proline Black Mamba cuentan con una configuración de aguja semiabierta, similar a lo que se logra al quemar la punta de una aguja de varilla para abrirla. Esta característica, combinada con una aguja central, asegura trazos compactos y definidos. Además, al igual que todos los cartuchos Proline, cuentan con un afilado óptimo que facilita el trazado, minimizando el daño en la piel del cliente. Si aún prefieres las agujas de varilla, te invitamos a experimentar la innovación con los cartuchos Proline Black Mamba.